Tumbados en la arena mirando las estrellas, hablaban de sus cosas. El día había sido caluroso pero con la llegada de la noche la fresca brisa procedente del mar mecía los cabellos de ella.
- Cuando tu y yo vivamos juntos vamos a ser aun mas felices, porque nos podremos permitir lujos como este.
Y lo dijo sin saber que para él, ella ya era un lujo.
Si, soy un narcisista tuyo.