Todo acaba, igual que empieza, sin aparentes cambios en el mundo
que te rodea, sin que nadie se altere
demasiado
Todo acaba, igual que empieza,
deprisa
y sin que te des cuenta,
termina
Todo acaba siempre, para que algo nuevo empiece
y a veces por puro instinto,
mejor, peor o igual,
pero distinto
Igual que empieza todo, todo acaba,
porque las historias han de tener siempre un principio y un
final
y sino ni son historias ni son nada.
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